Las
aspiraciones internacionales de las grandes empresas de internet del
país parecen darse de bruces con la gran muralla del nacionalismo y sus
vinculaciones con el gobierno.
Recientemente el buscador de internet chino Baidu lucía, como ven en
la imagen de arriba, una bandera del país clavada en unas islas, en
referencia a las que la nación de la Gran Muralla se disputa con Japón
en el Mar de China.
Se trataba de una pequeña bandera en el islote
del ciberespacio, pero este pixelado símbolo ha supuesto a la vez un
gigantesco obstáculo en los planes de Baidu de competir con Google y
expandirse a nivel internacional.
El singular doodleapareció en un
momento de tensiones, en el que muchos chinos tomaron las calles ante
la controvertida compra de las islas por parte de Japón.
Durante
las manifestaciones, las masas descargaron su ira contra marcas
japonesas y hubo ataques a tiendas y a empresas de vehículos nipones.
'Expresión de ardor patriótico'
El
18 de septiembre, cuando los reclamos nacionalistas alcanzaron su
clímax en las calles, Baidu tomó partido e hizo su particular homenaje a
las islas disputadas, conocidas como Senkaku en Japón y como Diaoyu en
China, reclamando con esa bandera digital que son territorio chino.
De
hecho, es lo que se podía leer cuando los usuarios pulsaban sobre la
imagen: 'Las islas Diaoyu pertenecen a China', y los internautas a su
vez podían plantar su propia versión de la bandera china en el
archipélago.
Fue una maniobra que la compañía defendió, a pesar de
retirar el doodle24 horas después y definirlo como una 'expresión de
ardor patriótico que es más racional' que la violencia.
Sin
embargo, para muchos expertos fue una provocación innecesaria que puso
en evidencia lo mucho que deben aprender las empresas chinas si quieren
emerger de su protegido mercado doméstico y convertirse en firmas
internacionales.
'No estamos acostumbrados a esto, en muchos
países capitalistas el patriotismo corporativo no se manifiesta de este
modo', dice Marko Skoric, de la Escuela de Comunicación e Información
Wee Kim Wee, de la Universidad Tecnológica Nanyang de Singapur.
Expansión internacional
En
China, el ciberpatriotismo simplemente bebió del fervor nacionalista de
aquellos que se lanzaron a las calles para protestar contra Japón, y
otras empresas de internet hicieron lo mismo.
El gigante de
internet Tencent's QQ, dueña de Weibo (el equivalente chino de Twitter),
mostró en la página una banderola conmemorando el 81º aniversario de un
incidente que desató la invasión japonesa en Manchuria y que se celebra
anualmente en China.
Pero este tipo de manifestaciones
patrióticas es algo que las empresas chinas debería reconsiderar si
tratan de abrirse paso en otros mercados, un proceso que ya han
iniciado.
Tencent ha hecho ciertos avances en Asia, África, Medio
Oriente y América Latina con su navegador QQ, siendo India e Indonesia
sus mayores mercados fuera de China.
Incluso tiene una pequeña
presencia en Estados Unidos, a pesar que es donde las empresas chinas
enfrentan el mayor rechazo por sus estrechas vinculaciones con el
gobierno chino.
Por su parte, Baidu sólo ha empezado su expansión
fuera del país con su página Hao123 en Vietnam y Tailandia. También
tiene proyectos en Egipto y América Latina.
Además, creó un
laboratorio conjunto con la Agencia para la Ciencia, Tecnología e
Investigación (A*STAR) en Singapur, que desarrolla tecnologías de
reconocimiento del lenguaje para ayudar a la corporación a ubicar
productos para la región del sudeste asiático.
Según la empresa de
análisis iResearch en Pekín, Baidu acapara más del 80% del mercado de
búsqueda chino, pero todavía debe lanzar sus servicios de búsqueda a
nivel internacional.
Pero tiene planes de hacerlo el próximo año y así dar batalla directamente a Google y a Microsoft.
'El
mercado chino todavía tiene espacio para crecer, pero desde su
concepción de esta empresa nunca se planteó como una compañía
exclusivamente china. Siempre hemos querido ser más', le dijo a la BBC
Kaiser Kuo, el director de comunicaciones internacionales de Baidu.
'Una amenaza a la seguridad'
BBC Mundo
Las
empresas chinas y sus ambiciones globales a menudo despiertan sospechas
en otros países por sus vínculos, ya sean percibidos o reales, con el
gobierno chino.
Este rechazo se pudo ver cuando un panel del
Congreso estadounidense advirtió que las firmas de telecomunicación
chinas ZTE y Huawei suponían una amenaza a la seguridad y que no debería
permitírseles participar en ninguna fusión o adquisición de empresas en
Estados Unidos.
El panel dijo que las firmas no habían probado
con éxito que no tenían ninguna conexión con el ejército y el gobierno
chino. Ambas negaron tales acusaciones.
'A medida que las empresas
tienen éxito en China y destinan recursos para empezar a explotar
mercados extranjeros (...) van a tener que lidiar con algunos
obstáculos', señala Josh Ong de la página de internet The Next Web.
'Estas
empresas están sometidas a mucho escrutinio porque los gobiernos y
corporaciones occidentales están aprendiendo cómo se hace negocios en
China y lo que supone para temas como la seguridad nacional y los
asuntos éticos'.
Algunos analistas dicen que este es el motivo por
el que los mercados emergentes son los principales objetivos de las
empresas chinas....
China es una potencia inimaginable, el país mas poblado del mundo tiene una de las dictaduras mas poderosas del planeta y uno de los sistemas económicos mas consolidados que existe. Pero las condiciones del país lo convierten en un país muy desigual y con poco acceso a la globalización que suponen muchas de las Tecnologías de la Información y la Comunicación que no son permitidas o son reguladas por el gobierno.
China en muchos aspectos esta desconectado del resto del mundo y esto representa grandes retos, pero al fin de cuentas, al gran caballo grandes espuelas.